La motivación en nuestro entrenamiento diario es tan importante como lo puede ser la respiración, incluso se puede decir que el abandono del entrenamiento por falta de motivación es una pésima señal de que algún problema nos atormenta, a nivel sicológico. Cuando esto suceda es recomendable cambiar la rutina de trabajo, asimismo debe realizarse en compañía, para tal caso es importante que el cambio de rutina sea más de juegos de competencias que se realicen de forma relajada y alegre, de manera que entrenar resulte un alivio, al problema y no una tortura obligada. En cierto modo es importante alimentar, cada cierto tiempo, nuestra propia motivación en el entrenamiento. Particularmente el objetivo que se vuelve motivación, puede ser tan concreto y real como querer bajar de peso o lograr tonificar los músculos para tener un cuerpo atractivo, del mismo modo puede ser una motivación abstracta como sentirse bien consigo mismo o ganar alguna competencia en especial, sin embargo un problema sicológico puede arruinar cualquier tipo de iniciativa.Es por esto que la motivación debe ir de paso en paso, para lograr los objetivos. En otras palabras debemos adecuar el entrenamiento a nuestra realidad cotidiana, para no desanimarnos con objetivos que parezcan imposibles.
