jueves, 3 de mayo de 2007

musculatura abdominal


Diferenciación y función de la musculatura abdominal
Si bien una distinción anatómica entre abdominales superiores e inferiores, no es muy clara, existe una diferencia basada en la predominancia de una u otra región al realizar algunas acciones específicas, que podría atribuirse a la inervación nerviosa diferente entre éstas dos zonas. El recto abdominal y los oblicuos externos e internos reciben una inervación segmental, por sobre el ombligo de los nervios intercostales, mientras que por debajo del ombligo son inervados por los nervios ilioinguinales e iliohipogastricos (Tayson, 1997a; Clark y col, 2003).
Las fibras superiores del recto abdominal, oblicuo externo e interno, actúan en conjunto, para flexionar el tronco en forma recta o en diagonal. (Koch, 1994 Tayson, 1997 a) mientras que las fibras inferiores del recto abdominal, oblicuo externo e interno, actúan en conjunto traccionando la pelvis en retroversión, para permitir el descenso gradual del tronco al retornar a la posición inicial en el ejercicio de encogimiento (fig. 2). No obstante la función más importante de las fibras inferiores es la de controlar y estabilizar el movimiento de la pelvis durante actividades como caminar, correr, mantener una posición estática de la cadera, etc. (Koch, 1994; Cissik, 2002)
Diversas investigaciones han reportado que un pobre control o estabilización de la pelvis constituye la causa principal de problemas posturales y disfunciones al nivel de la columna lumbar. (Axler, 1997; Hildenbrand, 2004) Debido a esto el fortalecimiento de la región inferior del abdomen sería de vital importancia, no solo para deportistas sino también para la población en general (Bompa, 1995; Koch, 1994, Tayson, 1997a)
En una revisión realizada por Koch, y col. (1994) se destaca que el ejercicio de flexión del tronco, partiendo desde la posición con la espalda plana, manteniendo flexionadas las caderas y las rodillas y apoyando los pies sobre un banco, (fig. 2), o sobre el suelo, para evitar la tensión a nivel de la zona lumbar, se desarrolla en un rango de movimiento muy pequeño, limitando especialmente la participación de las fibras de la zona inferior, que son las mas implicadas en las funciones de estabilización de la cadera y el tronco, cuando se producen movimientos con los miembros superiores e inferiores. El rango de movimiento de la musculatura abdominal puede comprobarse al sentarse en una silla y dirigir el tronco hacia atrás manteniendo el pecho hacia arriba, con una ligera hiperextensión de columna, para luego efectuar una flexión completa del tronco al frente. En este movimiento los abdominales actúan desde la primera fase, estando arqueado hacia atrás, hasta la flexión completa, a diferencia de los ejercicios tradicionales en el suelo, que dejan de lado la primera fase y no estimulan las fibras abdominales en esta porción del recorrido articular.